Para algunos, las stablecoins son el Caballo de Troya desde donde bajarán, a la economía cotidiana de los ciudadanos, las criptomonedas en general y Bitcoin en particular. Para otros, las stablecoins pueden ir arrinconando en el desuso al resto de criptomonedas, hasta fijarlas como una marginal extravagancia. De hecho, en algunos países, como Venezuela, las stablecoins ya suponen la mitad de la